miércoles, 24 de diciembre de 2014
lunes, 22 de diciembre de 2014
domingo, 21 de diciembre de 2014
sábado, 20 de diciembre de 2014
sábado, 13 de diciembre de 2014
MAR PROFUNDO
Relato para el 8 concurso de MONTAR UNA HISTORIA BASADA EN UNA IMAGEN del
CÍRCULO DE ESCRITORES
CÍRCULO DE ESCRITORES
- Así, bien, ahora se estira del
lado más largo y…voilá, para ser la primera vez que lo hago, diría que el nudo
de la corbata ha quedado perfecto.-
La cena, esa noche,
se servía en el salón Rojo y exigía etiqueta.
Sustentado por
columnas de mármol rojo, el enorme salón dejaba sin aliento a todo el que
entraba por primera vez: el suelo estaba enmoquetado con un diseño elegante de
círculos dorados sobre fondo rojo carruaje, las paredes estaban forradas de
madera noble, salpicadas por grandes murales renacentistas.
Cuatro cómodos
sillones de terciopelo dorado rodeaban las mesas elegantemente preparadas para
una cena de alto postín. Su mesa era la seis, en ella una encantadora joven y
un hombre mayor saboreaban una copa de vino blanco. Se acercó, se presentó, y
tomó asiento, minutos después, una mujer, completó el grupo.
Los camareros empezaron
a servir los entrantes y los primeros platos mientras la conversación discurría
amistosa. Un fuerte golpe en el costado del barco dio paso a un gran silencio
en el salón, el capitán, sentado unas mesas más allá, se levantó, tranquilizó
al pasaje y se dirigió al puente de mandos. El ambiente estaba tenso, se oían
crujidos extraños en la estructura del barco que creaban momentos de pánico,
algunos comensales abandonaban el local con la cara descompuesta, otros estaban
completamente paralizados por el miedo. Un altavoz, escondido a la vista,
ordenó la evacuación inmediata rogando a los pasajeros que se dirigieran al
puente asignado a cada uno de ellos. Todo era un caos, nadie reaccionaba de
forma coherente, la gente corría de un lado al otro, Julio se dirigió al puente
cuatro, el suyo.
Tomó asiento en una
chalupa que inmediatamente fue calada al
mar, estaban todos aterrados, no paraban de moverse y la barca volcó, sus
ocupantes cayeron al agua en la oscuridad de la noche. Lo último que recordó fue lograr alcanzar un tablón de madera que flotaba sobre las aguas.
Se despertó sobre la arena dorada de una playa, el sol
calentaba su cuerpo maltrecho, miró
alrededor, la zona estaba desierta, a sus pies nacía una carretera que se dirigía hacia el mar como un
puente sobre las aguas, era de hierro oxidado por la acción del mar pero fuerte
y seguro.
Empezó a caminar mar
adentro, a lo lejos intuyó una extraña figura metálica que se confundía en la
bruma, el camino iba derecho hacia ella.
Vio un bulto unos
metros más adelante, era su compañera de mesa
agazapada en una esquina, le
levantó dulcemente la cara, -¡Tú también has sobrevivido! Me alegro de
encontrarte, ¿hay alguien más?-
Ella le miraba como
si no le viera y con gran esfuerzo contestó:-No lo sé, yo no he visto a nadie
más-
¡-Levántate! Tenemos
que llegar hasta la figura –
Se levantó con
esfuerzo, se apoyó en él y siguieron el camino.
La silueta se iba
haciendo cada vez más nítida, era una enorme cabeza humana de hierro, el camino
acababa en ella, en su zona cervical. Cuando llegaron al final , se abrió una
gran puerta, como lo haría el diafragma de
una cámara fotográfica, dejando salir una luz cegadora, ya no estaban cansados, sentían
una gran paz interior, se dieron cuenta de que hacía tiempo ya que no pertenecían
al mundo de los vivos, era la puerta del más allá.
viernes, 5 de diciembre de 2014
TIERRAS NEGRAS por Paola Panzieri
2º microrrelato para el concurso de FANTASY del CÍRCULO DE ESCRITORES
Tierras negras
Nuestro viaje nos llevó
irremediablemente por las pantanosas tierras negras donde ni hadas ni
nomos se atrevían a entrar, eran tierras donde no había sitio para
almas cándidas y piadosas, donde llegar vivos al atardecer era casi
un milagro.
La superficie del pantano hervía de
podredumbre, gordas burbujas explotaban sobre su superficie
impregnando el aire de putrefacción.
Nos lo habían contado pero queríamos
verlo con nuestros propios ojos, la encontramos,sobre una roca
musgosa, el brillante verde evidenciaba su esbelta figura, estaba
inmóvil, majestuosa. Un joven macho, atraído por su aroma
embriagador se posó a su lado, se acercó a ella, caramelero, la
abrazó seductor y unió, suavemente, su cuerpo al de ella. Fueron
los minutos más bellos de su vida, los más intensos, valía la
pena.
Ella se giró y le miró directa a
los ojos, le sonrió agradecida y esperó. Él, recuperando fuerzas,
levantó la mirada , fiero, había cumplido,y como quien sabe lo que
le espera, agachó la cabeza, sumiso, ella abrió sus grandes fauces
y, sin mediar palabra, le arrancó la cabeza de un bocado, serviría
de sustento para los centenares de hijos que llevaba dentro.
jueves, 4 de diciembre de 2014
SOBREVIVIR por Paola Panzieri
Microrrelato para el concurso de FANTASY del CIRCULO DE ESCRITORES
SOBREVIVIR
Desde arriba se oyen gritos de júbilo, parece que hemos llegado justo a tiempo .Los monstruos ya trepan, no nos muerden se limitan a tirar finos hilos de seda entre nosotras, forman grandes capullos y se encierran dentro. Notamos la energía de la savia verde correr por nuestras venas, seguro que ya ha llegado hasta abajo, hasta las primeras, las más viejas que están tendiendo el puente sin descanso.
SOBREVIVIR
Trepamos por la superficie de este alto
tronco, necesitamos la energía del sol para poder sobrevivir en esta
húmeda jungla pantanosa. Las malas lenguas dicen que ya están
cerca, que avanzan, un ejército de monstruos verdes, panzudos, con
movimientos sinuosos, sus fuertes mandíbulas no sueltan, sientes
sus dientes puntiagudos clavarse en tu espalda…
Desde arriba se oyen gritos de júbilo, parece que hemos llegado justo a tiempo .Los monstruos ya trepan, no nos muerden se limitan a tirar finos hilos de seda entre nosotras, forman grandes capullos y se encierran dentro. Notamos la energía de la savia verde correr por nuestras venas, seguro que ya ha llegado hasta abajo, hasta las primeras, las más viejas que están tendiendo el puente sin descanso.
Los capullos se abren y de ellos salen
las criaturas más bellas que hayamos visto nunca, sus alas de
colores se agitan en el aire y muchas de ellas se van. Las que quedan
depositan sus huevos sobre nosotras y después mueren. Desde abajo,
un grito de triunfo, el puente ha quedado terminado introduciendo ya
en tierra las raíces de una nueva planta que sobrevivirá. Los
huevos se abren y centenares de gusanos salen de ellos, hambrientos.
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